¿ Y LA LEY?

Ninguna ley requiere pruebas con animales para los cosméticos y los productos del hogar. La Food and Drug Administration (FDA) sólo requiere que cada ingrediente de un producto cosmético “establezca adecuadamente su seguridad” antes de salir al mercado, o que el producto lleve una etiqueta de advertencia indicando que su seguridad no ha sido determinada. El FDA no tiene autoridad para requerir ninguna prueba de producto en particular. Igualmente, los productos del hogar, que son reglamentados por la Consumer Product Safety Commission (CPSC), la agencia que administra el Federal Hazardous Substances Act (FHSA), no tienen que ser probados con animales. Un resumen de la política de pruebas con animales de la CPSC, impresa en el Registro Federal, dice, “[I] es importante mantener en mente que ni la FHSA, ni las regulaciones de la Commission requieren a ninguna empresa llevar a cabo pruebas con animales. El estatuto y sus regulaciones de implementación sólo requieren que un producto lleve etiqueta que refleje los riesgos asociados a ese producto”.4

Los métodos de prueba, por lo tanto, son determinados por los fabricantes. Por ser muy inconfiables, las pruebas con animales pueden ser muy atrayentes para algunas compañías, ya que estas pruebas virtualmente permiten a los fabricantes sacar cualquier producto al mercado. Las compañías también pueden usar el hecho de que sus productos fueron probados, para defenderse de cualquier demanda de los consumidores. Otros piensan que las pruebas con animales les ayudan a competir en el mercado: Los consumidores exigen productos con nuevos y emocionantes ingredientes, tales como ácidos alpha-hydroxy, y las pruebas con animales frecuentemente son consideradas como la manera más barata de “probar” que los nuevos ingredientes son “seguros”.

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